Día 78. 6292 km (4002)

Llevó 6 días en Tupiza, no era mi intención quedarme tanto tiempo pero mis circunstancias físicas así lo han requerido.

No sabría decir concretamente cuando empeze a sentirme fatigado sin razón aparente, y digo sin razón aparenté, porque el cruze de el desierto de Atacama si que hizo que mis límites físicos quedaran a la vista en 2 días en concreto, a 4800-3700 metros de altura y con jornadas de esfuerzo físico que sobrepasaron las 7 horas y los 180 y 130 kilómetros, justo justo fui capaz de plantar la tienda cuando mi cuerpo me mando para
r. Y recuerdo esos 2 días porque creo que marcaron las siguientes dos semanas e hicieron mella en mi cuerpo. Llegue a Tilcara muy cansado, y aunque descanse 5 días, no conseguí recuperarme y los 315 kilómetros de distancia que había hasta Tupiza se me hicieron muy pesados. Los complete en 5 días. Una vez llegado a Tupiza, no he hechó gran esfuerzo físico, estos días los he dedicado a leer, perderme por las calles del pueblo y observar a los bolivianos y su día a día. Tupiza es un pueblo de unos 20000 habitantes situado a escasos 100 kilometros de la frontera con Argentina, rodeado de montañas rojizas a 3000 metros de altura, dicen que es uno de los pueblos mas bonitos de todo Bolivia. Los bolivianos tienen fama de rancios y yo lo corroboro, no se si es que sienten animadversión por los extranjeros o simplemente es que culturalmente es una sociedad poco dada a la simpatía con el extraño, pero sea lo que sea son más secos que un bocata de polvorones, algo que tampoco es que me moleste pero que en ciertas circunstancias puede llegar a resultar incómodo. La vida aquí es barata para quien viene de fuera, duermo por 5 euros en una habitación privada y el menú del día viene a costar entre 2 y 3 euros. Todavía son muchas las mujeres que visten de forma tradicional, las reglas sociales son muy diferentes a las occidentales y culturalmente mantienen vivas lenguas y contrumbres únicas, pero también es cierto que la globalización cultural también esta ganando la batalla aquí y en no muchos años seguramente esta estampa no será más que un recuerdo folclórico de un mundo que ya nunca volverá, mientras siga vivo merece la pena contemplarlo. Por cierto, me ha sorprendido la escasez de turistas, apenas se ve ninguno.

Mi humilde cena el día 31.

Antes de ayer me desperté con mejores sensaciones y decidí poner rumbo a Uyuni. Sólo fui capaz de hacer 10 kilómetros, la sensación de fatiga me hicieron desistir y me volví al pueblo con la esperanza de que en un par de días más de descanso pudiera recuperarme.

Lo intento...

...pero no puedo.

Y aquí estoy, la verdad es que no siento mejoría, lo bueno es que para hacer una vida sedentaria y de contemplación no es ningún impedimento mi estado actual, no me duele nada y puedo pasear aunque sienta cierta dificultad al respirar algunas veces y fatiga muscular, pero una vez que me pongo sobre la bici y tiro de ella y los 35 kilos de equipaje me siento agotado. Hoy a la mañana me he acercado a un centro médico, un doctor muy hamable me a echo algunas pruebas, presión arterial alta y ritmo cardíaco bajo, los pulmones limpios y eso me a alegrado pues yo ya me estaba temiendo un pulmoníar. Según su diagnóstico, sufro de mal de altura y me a recetado unas pastillas para favorecer el sistema respiratorio, otras para la presión arterial y que el corazón vaya mas rápido, además de un suero para restituir ciertos valores que cree que tengo bajos.

 Pero que no parezca la cosa más de los que es, estos días estoy disfrutando de la tranquilidad y de Bolivia, esperó recuperarme pronto, tengo muchos sitios que conocer todavía!