Tras los pasos de Gilgameš: Día 9. 575 km

En tierra de fuego las cuestas descendentes pueden parecer ascendentes y al revés , uno puede estar muerto de frío con 10 grados o sentirse medianamente confortable con 2 grados, aquí el viento lo condiciona todo.

Las señas no son mías, pero en este mapa podéis ver reflejada la ruta seguida desde ushuaia a Porvenir

Salí de Ushuaia con ganas de pedalear,el sol brillaba en lo más alto y la temperatura era lo suficientemente agradable como para ir sólo con un niki y unos pantalones cortos. Entre un paisaje de ensueños me dirigía al primer puerto de montaña, situado a unos 25 kilómetros de ushuaia por la única vía terrestre que conecta la ciudad con el resto del territorio. A las faldas del puerto el tiempo cambio bruscamente y pronto empezó a nevar de forma abundante,cuando ya llevaba una media hora de subida note que la rueda trasera estaba desinflándose rápidamente. Mala suerte la mía que el primer pinchazo me toca en medio de una fuerte nevada. Me echó a un lado de la carretera ,congelado, y empiezo a arreglar el pinchazo,o lo intento,porque no siento las manos, y justo en ese momento, un coche para y se baja un hombre, Ruben. Un tío cojonudo Ruben,mientras me ayuda a cambiar la rueda me cuenta que es escritor, que práctica el Triatlón y que le encanta el senderismo. Mientras tanto, su mujer que esta dentro del coche me prepara un café caliente con un bollo que me lo tomó en un santiamén en medio de la nevada. Le doy las gracias a Ruben y su mujer y prosigo la marcha, congelado, consigo cruzar el paso Garibaldi y me dejó caer pendiente abajo. 30 kilómetros más adelante buscó un sitio donde montar la tienda para pasar la noche.

Mi primera noche a la intemperie la paso con una asombrosa tranquilidad y un acojonante frío. 4 grados bajo cero dentro de la tienda hacen que mis pies se resientan y no los sienta durante toda la noche,esto hace que me despierte repetidamente durante la noche. Mal descansado , emprendo la marcha para hacer los 20 kilómetros que me separan de Tolhuin para tomarme un café con leche caliente en la famosa panadería La Unión. Mi intención es intentar llegar a Río Grande y dormir caliente, 120 kilómetros por delante. Todo marcha según lo previsto, llevó una buena velocidad media, a las 5 de la tarde veo el mar atlántico y y la distancia Rio Grandes son 40 kilómetros por una carretera costera. Pero es entonces cuando el viento hace acto de presencia, un viento que en ocasiones me hace poner pie en tierra y que en 1 hora y media me deja avanzar 8 kilómetros solamente me invita a desistir de llegar al destino.Plantó la tienda en la playa,resguardada del viento, y paso otra noche más muerto de frío.

Al día siguiente me como los 30 kilómetros que me faltan para llegar a Río Grande y allí cojo un hostal por una noche para descansar y comprar víveres en la ciudad.
Descansado, emprendo la marcha hacia San Sebastian,un cruze fronterizo desde donde se entra a chile. La ausencia de viento y el buen estado de la calzada hacen que llegue antes de los esperado a la frontera, dejó Argentina y por una carretera sin asfaltar pedaleo hasta la frontera chilena. Después de cumplir con los trámites correspondientes, avanzó unos 20 kilómetros más por el ripio asta que encuentro un sitio adecuado para montar la tienda y pasar mi 3 noche muerto de frío.

180 kilómetros de carretera sin asfaltar y con viento en contra me separan de Porvenir, ciudad costera desde donde salen los ferris destino Punta Arena. Cuando llevó 2 horas de marcha a una media de 10 kilómetros por hora,en una carretera sin asfaltar dejada de la mano de dios,aparece una furgoneta destartalada de telefónica que se para a mi par. Me preguntan, un hombre y una mujer, si van bien hacia Porvenir, yo les digo que si ,que tiene difícil perdida pues esa carretera sólo va a Porvenir, me dicen que si quiero me acercan ,y yo sin pensármelo mucho me meto en la furgo. Todo un acierto, e podido conocer a Ivan y a Gualda, una pareja de argentinos cojonuda, hemos charlado de muchas cosas y compartido cerveza y almuerzo.