viernes, 1 de abril de 2016

Día 169. 12236 km (8039)

Ya hace unos cuantos meses que le di comienzo a todo esto, recuerdo, que en mis primeros kilómetros por la fría y ventosa patagonia las ganas de encontrarme con otro ciclista que fuera en mi misma dirección y así poder compartir parte de la ruta eran muchas. Esas ganas por compartir ruta se fueron desvaneciendo, también es verdad que no se dio la oportunidad de hacerlo, hoy, después de  mas 8000 kilómetros encima de la bici y unos cuantos más en el cómputo total, sigo sin apenas coincidir con ciclistas que suban para el norte, los que me cruzo van dirección sur, casi todos en pareja, y pienso que tiene que ser muy diferente la experiencia de ir acompañado, ni mejor ni peor, diferente.



Colombia es un país muy verde y arbolado, algo que prefiero a la hora de pedalear, con grandes montañas y poderosos ríos. En el camino e cruzado muchos pueblos  con una arquitectura colonial mucho más rica que en Perú,Bolivia y Ecuador.


La ciudad blanca de Popayan


Durante todos estos días e pasado innumerables controles militares, algunas veces apostados en la carretera de forma aleatoria ,otras veces en puntos estratégicos como puentes, atrincherados detrás de sacos de cemento, no e tenido ningún problema con ellos y las pocas veces que me han parado era para curiosear sobre mi y mi viaje. 
Después de subir hasta la ciudad Blanca de Popayan y pasar en ella un par de días decidí tomar rumbo este y adentrarme en el precioso parque nacional de Purace. 2 días en los que disfrute otra vez de un gran espacio natural sin tráfico ni gente, la lluvia y una espesa  niebla me acompañaron gran parte de los kilómetros y me impidieron ver las cumbres de lo volcanes pero a la vez le daban un toque mágico al camino que me fascinó.






Después de subir hasta los 3100 metros de altura ,el paisaje es de película.


Una vez cruzado el parque nacional una larga bajada me dejo en el pequeño pueblo de San Agustín. San Agustín, conocido por las ruinas arqueológicas que allí se encuentran, es un buen sitio para pasar unos días tranquilos y explorar el entorno natural de los alrededores. 


Las misteriosas estatuas de San Agustín.

De San Agustín puse rumbo norte hacia Neiva para desde allí cruzar el pequeño y bonito desierto de Tatacoa.




Estos días también me han servido para conocer la actualidad política y social de Colombia y hay varios temas que ahora mismo son los que ocupan la mayor parte de los noticieros,por un lado está el efecto del Niño, que en algunas regiones del país a causado una prolongada sequía que a inutilizado varias centrales hidroeléctricas, esto a llevado al gobierno a emprender una gran campaña de ahorro de energía para evitar el racionamiento energético. Por otro lado estan las negociaciones de paz de la Habana y el auge de la actividad paramilitar asesinando a líderes sociales en las últimas semanas y por último las movilizaciones sociales que se han producido por un lado para que no se construyan más represas y por otro lado el paro nacional de hace unos días para entre otras cosas que suba el salario mínimo.

Desierto de Tatacoa.






El calor y los mosquitos han sido mis compañeros de viaje estos ultimos días antes de llegar a Bogota, un calor que hasta ahora no había sufrido con semejante intensidad y que han echo que tuviera que cargar con muchísima agua. Pero no todo iban a ser molestias y en esta zona baja que va desde el desierto de Tatacoa hasta el Espinal, por suerte el tráfico a sido escaso, el arcén espacioso y los mangos estaban a mano en todo el trayecto. 



Subiendo el último  puerto antes de llegar a Bogota.

La entrada a una gran ciudad, 10 millones de habitantes, en bicicleta no es fácil pero tampoco es tan difícil como pueda parecer. Lo importantes es tener un buen manejo de la bici para ir haciendo eslalon entre los  miles de vehículos colapsados en el caótico tráfico, ponerse un trapo tapando la boca y la nariz para minimizar algo la gran contaminación y pasar ciertos barrios de las afueras y no tan afueras lo más rápido posible. 
Bogota, por lo que conozco hasta ahora, tiene 3 grandes zonas bien diferenciadas, por un lado la zona sur,mucho más humilde, el centro, con sus edificios gubernamentales y el antiguo y turístico barrio de Candelaria y la parte norte, mucho más aburguesada,con edifios modernos, calles limpias, centros comerciales y muchas universidades.









Estos 2 se empeñaron en salir en la foto.

Estoy deseando que llegue el martes para volar a Cuba, creo que va a ser una gran experiencia.



3 comentarios:

  1. Ya parece que te has recuperado y estas disfrutando del viaje. Me alegro que lo estes disfrutando de la experiencia esta. Nos vemos a la vuelta... Ondo segi...

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    1. Aúpa Gorka!!! Si , ya estoy a tope otra vez!! Por cierto ya me han contado que éstas echó un figurín otra vez jejejej

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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